El acceso a agua potable fresca y limpia juega un papel crucial en el crecimiento y la salud de las aves. Por eso es muy importante lavar regularmente las tuberías de agua de la nave avícola. Con un sistema de lavado automático no solo ahorra costes de agua, mano de obra y medicamentos, sino que también alarga la vida útil de su sistema de agua.
Las aves son muy sensibles a los cambios en la calidad del agua. Si el agua está demasiado caliente o tiene un sabor diferente, debido a la contaminación en la tubería, por ejemplo, beben menos. Lo cual tiene un efecto directo sobre la digestión y la conversión alimenticia, entre otras cosas. Un ave que bebe menos también come menos. Gracias al lavado automático de las tuberías, la temperatura y la calidad del agua se mantienen constantes. De esta forma contribuye a un crecimiento óptimo de los pollos de engorde y a una mejor producción de huevos de las gallinas ponedoras.
El lavado manual de las tuberías de agua potable suele costar media hora de trabajo en cada nave avícola. Con un sistema de lavado automático, se ahorra en costes de mano de obra. Un sistema de lavado automático no utiliza más agua de la necesaria para lavar las tuberías, de forma que garantiza la calidad del agua sin desperdiciarla.
El lavado automático de las tuberías reduce el riesgo de la formación de biopelícula. La biopelícula es una capa viscosa que se adhiere al interior de la línea de bebederos. Esta capa constituye el caldo de cultivo perfecto para bacterias, hongos y otros microorganismos dañinos. Una situación que influye de forma negativa en la salud de sus animales. Con un sistema de lavado automático podrá garantizar la calidad del agua, además de reducir el uso de medicamentos y evitar el uso de antibióticos.
La suciedad en el sistema de bebederos puede causar obstrucciones en las líneas de bebederos o en los niples. Además, las bacterias pueden producir sustancias agresivas como el sulfuro o el ácido sulfúrico, que con el tiempo pueden provocar daños en las tuberías. El lavado automático de los sistemas de agua evita la corrosión microbiana y alarga la vida útil del sistema de agua.
El sistema I-Flush de Impex es el primer sistema de lavado completamente automático para líneas de agua potable para aves de corral. El I-Flush está compuesto por un ordenador de lavado que controla el sistema, un regulador de presión con actuador de lavado, un conjunto de purga final y una manguera de drenaje al desagüe principal. De forma opcional, I-Flush se puede ampliar con un sensor de biopelícula y sensores de temperatura.
En la mayoría de los casos, el lavado automático de las líneas de bebederos asegura que el agua potable esté fresca, limpia y que tenga una temperatura adecuada. Sin embargo, siempre puede haber excepciones, por ejemplo, en el caso de una contaminación persistente o cuando la temperatura de suministro del agua es demasiado alta. En esos casos, no conviene que el sistema de lavado automático controlado por sensor siga lavando las tuberías. Para evitarlo, podrá establecer un número máximo de lavados con I-Flush. Una vez alcanzado este número, recibirá un aviso y podrás tomar medidas adicionales para que la calidad del agua vuelva al nivel deseado.