“Si llamas a Impex, yo soy la que contesto al teléfono. También recibo a los visitantes en la recepción. Intento ayudar a todos lo mejor posible, siempre de manera agradable y cordial. Ser amable no cuesta nada. Mientras tanto, ayudo a mis compañeros a registrar los pedidos internacionales en el sistema y a preparar los documentos de exportación, como los documentos de aduana o certificados de origen.
A veces tengo que hacer verdaderas ‘malabares’ y nunca sé lo que me espera cuando llego por la mañana. Eso es justamente lo que más me gusta. Por otro lado, el buen ambiente en el departamento hace que estoy muy a gusto en la empresa. ¡Nunca me he reído tanto como en los tres años que llevo aquí!”